La tecnología
de monitorización del dióxido de carbono espiratorio final (ETCO₂) es sencilla, en tiempo real, no invasiva, económica y continua. Gracias a la miniaturización de los equipos de monitorización, la diversificación de los métodos de muestreo y la precisión de los resultados, su uso en la práctica clínica es cada vez más extendido y está captando la atención de los profesionales sanitarios. Las principales aplicaciones clínicas de esta tecnología son:
1. Monitoreo de la función respiratoria
La monitorización del CO2 al final de la espiración permite monitorizar continuamente el estado respiratorio del paciente. Al medir la concentración de CO2, se puede evaluar la función de la ventilación alveolar. Si un paciente experimenta anomalías como respiración rápida, respiración superficial o apnea, la monitorización de los cambios en el CO2 al final de la espiración permite identificar cualquier problema con prontitud, proporcionando información importante a los médicos.
2. Determinación de la eficacia de la ventilación artificial
Durante la ventilación artificial, el respirador suministra oxígeno y aire al paciente. La monitorización del dióxido de carbono al final de la espiración permite evaluar la eficacia de la ventilación artificial. Al monitorizar los cambios en la concentración de dióxido de carbono exhalado, se puede determinar si se expulsa la cantidad ideal de dióxido de carbono. Esto ayuda a los médicos a determinar los valores específicos de la concentración de oxígeno y la presión espiratoria positiva del respirador para garantizar una respiración adecuada.
3. Determinación de la eficacia de la reanimación cardiopulmonar
La monitorización del dióxido de carbono al final de la espiración mide la relación entre el gas alveolar y los niveles arteriales de dióxido de carbono para estimar la diferencia alveoloarterial del paciente. Cuanto menor sea la diferencia alveoloarterial, mayor será el flujo sanguíneo sistémico del paciente. El dióxido de carbono es un indicador del flujo sanguíneo. Cuando se expulsa dióxido de carbono, el flujo sanguíneo es alto, mientras que cuando la concentración de dióxido de carbono al final de la espiración es baja, el flujo sanguíneo sistémico es bajo.
4. Diagnóstico auxiliar
En condiciones ideales de ventilación, la ventilación alveolar y el flujo sanguíneo mantienen una proporción específica, lo que permite la difusión completa del CO₂ del torrente sanguíneo a los alvéolos, a la vez que garantiza la captación de oxígeno (O₂) y evita el desperdicio de gas o la perfusión. Esta condición se denomina V/Q ideal y su proporción se considera "1" (Figura A). Esta condición de "pulmón ideal" es extremadamente rara. Los desequilibrios V/Q se manifiestan principalmente de las tres maneras siguientes:
● La razón aumenta cuando la ventilación alveolar supera la perfusión sanguínea, ya sea por una disminución de la perfusión sanguínea local o por un flujo sanguíneo normal pero hiperventilación alveolar. Se intercambia el gas que coincide con el flujo sanguíneo de perfusión, y el gas restante pasa a formar parte del gas del espacio muerto (Figura B2). En el otro extremo, la ventilación alveolar es normal, pero no hay flujo sanguíneo de perfusión. En este caso, la razón se aproxima al infinito, y la ventilación de esta parte de los alvéolos no difiere del gas en el espacio muerto anatómico. Esto se observa comúnmente en la embolia pulmonar (EP), y la ventilación de esta parte del pulmón embólico puede considerarse ventilación absoluta del espacio muerto (Figura B1).
● La proporción disminuye. En este caso, la ventilación alveolar es menor que la perfusión sanguínea, lo que puede deberse a una ventilación alveolar insuficiente. El flujo sanguíneo que coincide con la ventilación alveolar completa el intercambio, y la sangre restante se vuelve inútil para la perfusión.
Una razón de cero indica que los alvéolos solo reciben flujo sanguíneo, pero no ventilación. La sangre perfundida no está oxigenada y no se puede expulsar CO2. Esto se debe a un cortocircuito de derecha a izquierda dentro de los pulmones (Figura C). En la ventilación pulmonar real, las tres situaciones anteriores no se presentan de forma aislada. El verdadero desequilibrio pulmonar V/Q es más complejo. Incluso dentro de un mismo alvéolo, pueden existir innumerables valores de V/Q diferentes. Lo que podemos evaluar es una situación integral, dependiendo de la situación de V/Q predominante. Por lo tanto, el análisis del espacio muerto alveolar es una estimación global.
En resumen, la enfermedad pulmonar, ya sea que afecte las vías respiratorias, el parénquima pulmonar o la circulación pulmonar, altera el equilibrio V/Q y aumenta la relación VD-ALV. La evaluación del tamaño del espacio muerto puede proporcionar información indirecta sobre la gravedad de la enfermedad pulmonar y la eficacia del tratamiento.
Precauciones para el monitoreo del dióxido de carbono al final de la marea
1. Impacto de los gases inhalados en el valor
En el caso de los monitores espectrofotométricos de ETCO2 de uso común, dado que el dióxido de carbono tiene espectros de absorción similares al oxígeno y al óxido nítrico, los pacientes que inhalan altas concentraciones de estos gases pueden afectar los resultados de la medición, lo que requiere corrección.
2. Impacto de los filtros de línea
Si se instala un filtro en el circuito respiratorio entre el paciente y el dispositivo de monitorización, puede afectar al control de gases y provocar artificialmente que el valor de ETCO2 sea menor.
3. Impacto de las secreciones de las vías respiratorias
Las secreciones de las vías respiratorias o la humidificación excesiva pueden adherirse a la pared interna del lumen de monitorización de los dispositivos de flujo principal u obstruir el tubo de muestreo de los dispositivos de flujo secundario, lo que resulta en mediciones inexactas. Los pacientes sometidos a monitorización continua a largo plazo requieren una supervisión minuciosa de la limpieza y la permeabilidad del dispositivo de monitorización.
4. Factores de infección
Tanto los monitores de CO2 de flujo principal como los de flujo secundario pueden entrar en contacto con las secreciones de las vías respiratorias del paciente y contaminarse. Los dispositivos y accesorios reutilizables deben someterse a una limpieza y desinfección exhaustivas según las especificaciones del fabricante. Las superficies del monitor también deben limpiarse según sea necesario para evitar la contaminación cruzada.
5. Impacto de los factores respiratorios en las mediciones
Al utilizar la monitorización de ETCO2 de flujo lateral, si la frecuencia respiratoria del paciente es demasiado rápida, los cambios en la composición del gas pueden superar la velocidad de respuesta del monitor, lo que afecta la precisión de la medición. Una alta resistencia de la vía aérea y una relación I/E anormal también pueden hacer que los monitores de ETCO2 de flujo lateral sean ligeramente menos precisos que los de flujo principal.